Día
1, Perseveraban
Escritura
Joel 2:21-22, 28-29, derramaré mi Espíritu sobre
toda carne.
Salmo 46, Dios está en el medio de la ciudad.
Hechos 2:1-12, Cuando llegó el día de Pentecostés.
Juan 14:15-21, Este es el Espíritu de verdad.
Meditación
El viaje de esta Semana de Oración por la Unidad Cristiana
comienza en Jerusalén en el día de Pentecostés.
Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles,
en la comunión unos con otros, en el partimiento del
pan y en las oraciones. La tercera persona del plural
representa a la Iglesia primitiva nacida en el día
de Pentecostés. Todos los que viven en continuidad
con el día de Pentecostés, viven en continuidad
con la Iglesia primitiva de Jerusalén con su líder
Jacobo. Esta iglesia proporcionar la imagen o el ícono
de la unidad cristiana por la cual oramos esta semana.
De acuerdo con la antigua tradición
oriental, la sucesión de la iglesia se hace evidente
por la continuidad con la primera comunidad cristiana de Jerusalén.
Se relaciona con la Iglesia de Jerusalén celestial,
que a su vez se transforma en el ícono de todas las
iglesias cristianas. La señal de la continuidad para
todas las iglesias es la mantención de las marcas
de la primera comunidad cristiana a través de nuestra
perseverancia en la doctrina de los apóstoles"
y en la comunión unos con otros, en el partimiento
del pan y en las oraciones.
La Iglesia de Jerusalén actual vive
en continuidad con la Iglesia apostólica de Jerusalén.
Los testigos del evangelio y su lucha contra la desigualdad
e injusticia nos recuerdan que la oración por la unidad
cristiana es inseparable de la oración por justicia
y paz.
Oración
Dios todopoderoso y misericordioso, con gran poder reuniste
a los primeros cristianos en la ciudad de Jerusalén.
Permítenos, como a la primera iglesia en Jerusalén,
que podamos juntarnos para ser valientes al predicar y vivir
las buenas nuevas de reconciliación y paz, siempre
que haya desigualdad e injusticia. Oramos en el nombre de
Jesucristo, que nos libero de la esclavitud del pecado y de
la muerte. Amén.
Día 2, Todos los que creían
estaban juntos_
Escritura
Isaías 55:1-4, Venid a las aguas.
Salmo 85:8-13, Ciertamente cercana está su salvación.
1 Corintios 12:12-27, Porque por un solo Espíritu fuimos
todos bautizados en un cuerpo.
Juan 15:1-13, Yo soy la vid verdadera.
Meditación
La Iglesia en los Hechos de los Apóstoles es el modelo
de la unidad que buscamos hoy en día. Nos recuerda
que la oración por la unidad cristiana no puede ser
por uniformidad, porque desde el inicio la unidad se ha caracterizado
por la rica diversidad. Es el modelo o el ícono de
la unidad en diversidad.
El relato de Pentecostés nos cuenta
que todas las lenguas y culturas del mundo mediterráneo
antiguo y más allá estaban representadas en
ese día. Como San Pablo escribiría más
adelante: Porque por un solo Espíritu fuimos todos
bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean
esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo
Espíritu. No es una comunidad uniforme de una multitud
de ideas afines, unidos cultural y lingüísticamente
que fueron uno en la doctrina de los apóstoles y en
la comunión. La iglesia era una unidad en sí
misma, y una con Cristo resucitado.
La abundante diversidad caracteriza a las iglesias
alrededor del mundo. Como la iglesia primitiva, los cristianos
de hoy en día nos recuerden que somos muchos miembros
en un cuerpo, una unidad en la diversidad. Las tradiciones
antiguas nos enseñan que la diversidad y la unidad
existen en la Jerusalén celestial. Nos recuerda que
la diferencia y la diversidad no son lo mismo que la división
y la desunión, y que la unidad cristiana por la cual
oramos siempre conserva auténtica diversidad.
Oración
Dios, de quien fluye toda la vida en su rica diversidad, llamaste
a tu Iglesia como el Cuerpo de Cristo para que esté
unida en amor. Que podamos conocer más profundamente
nuestra unidad en la diversidad y esforzarnos para trabajar
juntos para predicar y construir el Reino de tu abundante
amor en todos los lugares. Que podamos ser concientes de Cristo
como la fuente de nuestra vida juntos. Oramos por la unidad
del Espíritu. Amén.
Día 3, Y perseveraban en la doctrina
de los apóstoles...
Isaías 51:4-8, Estad atentos a mí, pueblo mío.
Salmo 119:105-112, Lámpara es a mis pies tu palabra.
Romanos 1:15-17, Pronto estoy a anunciaros el evangelio.
Juan 17:6-19, He manifestado tu nombre.
Meditación
La doctrina de los apóstoles era su testimonio de la
vida, doctrina, ministerio, muerte y resurrección de
Jesús. La doctrina de los apóstoles se ejemplifica
por la predicación de San Pedro n el día de
Pentecostés y su uso del profeta Joel. Relaciona la
Iglesia con la historia bíblica del pueblo de Dios.
La Palabra de Dios nos reúne y nos une
a pesar de las divisiones. La doctrina de los apóstoles,
las buenas nuevas en toda su plenitud, fue el centro de la
unidad en la diversidad. Es simplemente la doctrina de los
apóstoles" que unió a la iglesia primitiva,
sino la perseverancia en esa doctrina. Dicha perseverancia
se refleja en San Pablo al identificar el evangelio como el
poder de Dios para salvación."
El profeta Isaías nos recuerda que la
doctrina de Dios es inseparable de la justicia de Dios Apara
luz de los pueblos. "O como ruega el salmista: Lámpara
es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino. Por heredad
he tomado tus testimonios para siempre, Porque son el gozo
de mi corazón."
Oración
Dios de Luz, te agradecemos por la revelación de tu
verdad en Jesucristo que hemos recibido a través de
la doctrina de los apóstoles. Que tu Espíritu
Santo continúe santificándonos en la verdad
de Hijo, para que unidos en Él podamos crecer en perseverancia
en la Palabra y juntos servir a tu Reino en humildad y amor.
Oramos en el nombre de Cristo. Amén.
Día 4, Y perseveraban en Y la comunión
unos con otrosY
Escritura
Isaías 58:6-10, No es que partas tu pan con el hambriento.
Salmo 37:1-11, Confía en Jehová, y haz el bien.
Hechos 4:32-37, Sino que tenían todas las cosas en
común.
Mateo 6:25-34, Mas buscad primeramente el reino de Dios.
Meditación
La señal de la continuidad con la Iglesia apostólica
es la perseverancia en la doctrina de los apóstoles
y en la comunión unos con otros, en el partimiento
del pan y en las oraciones." Sin embargo, la iglesia
de hoy en día apunta a las consecuencias prácticas
de dicha perseverancia: compartir. La lectura de hoy relaciona
dicha manera de compartir radicalmente con el poderoso testimonio
apostólico de la resurrección de Jesús."
Dicha manera de compartir los recursos caracteriza
la vida del pueblo cristiano. Es una señal de su continuidad
con los primeros cristianos. Es una señal y un desafío
para todas las iglesias. Conecta la proclamación del
evangelio, la Eucaristía de la celebración y
la comunión (o el compañerismo) de la comunidad
cristiana con la igualdad y la justicia radicales para todos.
Respecta a dicha manera de compartir es un testimonio de la
resurrección de Jesús y una señal de
continuidad con la Iglesia apostólica de Jerusalén;
es igualmente una señal de nuestra unidad los unos
con los otros.
Hay muchas formas de compartir. Existe una
manera de compartir radical de la iglesia apostólica
con la cual nadie queda en necesidad. Existe la manera de
compartir las cargas, luchas, dolor, sufrimiento, el gozo,
los logros, las bendiciones y la sanidad los unos con los
otros. Existe también un intercambio ecuménico
de presentes al compartir presentes y el entendimiento de
una tradición de la iglesia a la otra aún en
nuestra separación uno de los otros. Dicha manera de
compartir generosa es una consecuencia práctica de
nuestra perseverancia en la doctrina de los apóstoles
y en la comunión unos con otros; es una consecuencia
de nuestra oración por la unidad cristiana.
Oración
Dios de Justicia, tu forma de dar no tiene límites.
Te agradecemos porque nos has dado lo que necesitamos. Inspíranos
a ser instrumentos de amor, a compartir todo lo que nos diste,
como testimonio de tu generosidad y justicia. Oramos en el
nombre de Jesús, en la unidad del Espíritu Santo.
Amén.
Día 5, Y perseveraban en Y el partimiento
del pan
Escritura
Éxodo 16:13b-21a, Es el pan que Jehová os da
para comer.
Salmo 116:12-14,16-18, Te ofreceré sacrificio de alabanza.
1 Corintios 11:17-18, 23-26, Haced esto en memoria de mí.
Juan 6:53-58, Este es el pan que descendió del cielo.
Meditación
Para los cristianos, el partimiento del pan tradicionalmente
representa amistad, perdón y compromiso con los demás.
En este partimiento del pan aceptamos el desafío de
buscar una unidad que puede hablar proféticamente a
un mundo de divisiones. En el partimiento del pan, los cristianos
son moldeados de nuevo para el mensaje profético de
esperanza para toda la humanidad.
Hoy también partimos el pan 'con corazones
agradecidos y generosos'; pero también, en cada celebración
de la Eucaristía, recordamos con dolor nuestra desunión.
Éxodo relata cómo Dios respondió a las
murmuraciones del pueblo que había liberado al proporcionarle
lo que necesitaba. El maná en el desierto es un regalo
de Dios, no para ser acumulado, ni siquiera para ser completamente
comprendido. Es, como celebra nuestro Salmo, un momento que
simplemente inspira una acción de gracias, porque Dios
ha soltado nuestras ataduras."
Lo que San Pablo reconoce es que partir el
pan no sólo significa celebrar la Eucaristía,
sino que también implica que somos un pueblo eucarístico,
para convertirnos en el Cuerpo de Cristo en el mundo. Las
palabras de San Pablo (1 Cor. 10-11) sirven como recordatorio
de cómo debe vivir la comunidad cristiana. Vivimos
en memoria de él."
Como nos enseña la lectura de San Pablo,
como el pueblo del partimiento del pan, somos el pueblo de
la vida eterna: vida en su plenitud. Nuestra celebración
de la Eucaristía nos desafía a reflejar cómo
se expresa el abundante regalo de la vida día a día
a medida que vivimos en esperanza así como también
en dificultades.
Oración
Dios de esperanza, te alabamos por el regalo que nos dejaste
en la Última Cena, en la cual, en el Espíritu,
continuamos encontrando a tu Hijo, el pan de vida del cielo.
Oramos para que adelantes el día en el cual toda tu
iglesia junta comparta en partimiento del pan. Mientras esperamos
el día en el cual aprendamos con mayor profundidad
a ser un pueblo moldeado por la Eucaristía para el
servicio al mundo. Oramos en el nombre de Jesús. Amén.
Día 6, Y perseveraban en Y las oraciones.
Escritura
Jonás 2:1-9, La liberación pertenece a Jehová
Salmo 67:1-7, Te alaben los pueblos, oh Dios.
1 Timoteo 2:1-8, que se hagan oraciones por todos los hombres;
por los reyes y por todos los que están en eminencia.
Mateo 6:5-15, Venga tu reino. Hágase tu voluntad.
Meditación
Es la oración que nos da poder a los cristianos para
cumplir nuestra misión juntos. Para Jonás, la
intensidad de su oración es respondida con su espectacular
liberación del vientre de la ballena. Su oración
es sincera, ya que surge de su propio sentido de arrepentimiento
al intentar evitar la voluntad de Dios. Había abandonado
el llamado del Señor a la profecía y acabó
en un lugar de desesperación. Y aquí Dios responde
su oración con la liberación para cumplir su
misión. El Salmo nos insta a orar a orar que Dios haga
resplandecer su rostro sobre nosotros; no sólo para
nuestro propio beneficio, sino también para hacer conocer
Su dominio en todas las naciones.
La oración es una parte de la fortaleza
y el poder de nuestra misión y profecía para
el mundo. Pablo nos deja instrucciones para que oremos especialmente
por aquellos que están en posiciones de poder en el
mundo para que podamos vivir juntos en paz y dignidad. Nuestra
oración por la unidad en Cristo alcanza todo el mundo.
En el Evangelio de Mateo nos enteramos que
la oración es un poder 'secreto', que no nace de
la exhibición o la representación, sino de un
humilde acercamiento ante el Señor. Se resume la doctrina
de Jesús en el Padrenuestro. Orar por esto juntos nos
moldea como pueblo unido que busca la voluntad del Padre y
el fortalecimiento de Su Reino aquí en la Tierra y
nos llama a una vida de perdón y reconciliación.
Oración
Señor Dios, nuestro Padre, nos regocijamos en que en
todo tiempo, lugar y cultura, haya gente que llega a Ti en
oración. Enséñanos a orar mejor como
cristianos juntos, para que siempre podamos estar concientes
de tu guía y aliento a través de todas nuestras
alegrías y tristezas, a través del poder de
su Santo Espíritu. Amén.
Día 7, La doctrina...maravillas y
señales de los apóstoles...alabando a Dios.
Escritura
Isaías 60:1-3,18-22, A tus muros llamarás Salvación,
y a tus puertas Alabanza
Salmo 118:1, 5-17, No moriré, sino que viviré.
Romanos 6:3-11, Hemos sido bautizados en Cristo Jesús,
hemos sido bautizados en su muerte...así también
nosotros andemos en vida nueva
Mateo 28:1-10, Jesús les dijo: No temáis.
Meditación
La perseverancia de los primeros Cristianos en la doctrina
de los apóstoles, en la comunión unos con otros,
en el partimiento del pan y en las oraciones fue posible,
sobre todos, por el poder de vida de Jesús Resucitado.
El poder aún está vivo y los cristianos de hoy
en día son testigos de esto. La luz y la esperanza
de la Resurrección cambia todo. Como las profecías
de Isaías, es la transformación de la oscuridad
en luz; es la iluminación para todos los pueblos.
En el Salmo recibimos las palabras para celebrar
la experiencia central cristiana de pasar de muerte a vida.
Como enseña San Pablo, con el bautismo hemos entrado
en la tumba con Cristo y hemos resucitado con Él. Hemos
muerto con Cristo y vivimos para compartir su vida de resurrección.
Entonces podemos ver el mundo de manera diferente: con compasión,
paciencia, amor y esperanza. Aún como cristianos divididos,
sabemos que el bautismo que nos une es cargar la Cruz a la
luz de la Resurrección. Para el cristiano, esta vida
de resurrección no es un mero concepto o idea útil.
Se arraiga en un evento vívido en tiempo y espacio.
Desde Jerusalén, Cristo Resucitado saluda a Sus discípulos
a través de las edades, llamándonos para que
Le sigamos sin temor. Él va delante de nosotros.
Oración
Dios, tu levantaste a Tu Hijo Jesús para dar esperanza
a la humanidad y renovación a la tierra. Continúa
fortaleciendo y unificando tu iglesia en su lucha contra las
fuerzas de violencia contra la creación y la humanidad
que oscurece la esperanza de la nueva vida que Tú ofreces.
Oramos en el nombre de Jesús Resucitado, en el poder
Su Espíritu. Amén.
Día 8, Llamados por la Palabra que
hemos escuchado.
Escritura
Génesis 33:1-4, Esaú corrió a su encuentro
y le abrazó Y y lloraron.
Salmo 96:1-13, Decid entre las naciones: Jehová reina.
2 Corintios 5:17-21, DiosY nos reconcilió consigo mismo
por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación.
Mateo 5:21-26, deja allí tu ofrenda delante del altar,
y anda, reconcíliate primero con tu hermano.
Meditación
Nuestras oraciones de esta nos han conducido en un viaje juntos.
Aquí hemos visto que la perseverancia en la doctrina
de los apóstoles, en la comunión unos con otros,
en el partimiento del pan y en las oraciones. Al final de
nuestras reflexiones, regresamos a nuestro propio contexto:
las realidades de la división, quejas, desilusiones
e injusticia. Al concluir esta Semana de Oración por
la Unidad cristiana se plantea una pregunta: A qué
somos llamados, aquí y ahora?
Oramos por la unidad cristiana para que la
Iglesia pueda ser una señal e instrumento para la sanidad
de las divisiones e injusticias y por el crecimiento de la
comprensión entre los pueblos de diferente fe. En nuestras
vidas personales y familiares, también, el llamado
a la reconciliación debe encontrar una respuesta. Jacob
y Esaú son hermanos, pero están distanciados.
Su violencia y los hábitos de ira se ponen de lado
cuando los hermanos se encuentran y lloran juntos.
El reconocimiento de nuestra unidad como cristianos
conduce al gran cántico de alabanza del Salmo para
Jehová que reina en el mundo con justicia de amor.
En Cristo, Dios busca reconciliarse con todos los pueblos.
San Pablo celebra una vida de reconciliación como una
creación nueva. El llamado a la reconciliación
es el llamado para permitir que el poder de Dios haga todas
las cosas nuevas.
Estas 'buenas nuevas' nos llaman a
cambiar la forma en la que vivimos. Como Jesús nos
desafía en el evangelio de San Mateo, el llamado a
la oración por la unidad cristiana es un llamado a
la reconciliación. El llamado a la reconciliación
es un llamado a la acción.
Oración
Dios de Paz, te agradecemos por haber mandado a tu Hijo Jesús,
para que podamos reconciliarnos contigo en Él. Danos
la gracias para ser siervos de reconciliación efectivos
dentro de nuestras iglesias. Llénanos de amor los unos
por los otros y que nuestra unidad sirva para la reconciliación
que tú deseas para toda la creación. Oramos
en el poder del Espíritu. Amén.
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