Celebración Ecuménica de la Palabra de Dios — Semana de Oración por la Unidad                                                                                                                                      Cristiana 2009    

Guía Diario de Escritura y Oración

 
 
 
 
 
 

Que sean una sola cosa en tu mano
(Ezequiel 37:15-19, 22-24a)

“L(s)” se refiere al líder(es) en el culto. Estos serán escogidos por las iglesias presentes en el culto. AA@ se refiere a la asamblea reunida en el culto.

Entrada
Se hace sonar el gong tres veces para señalar a los participantes el comienzo de la celebración. Es seguido por un momento de silencio.

Los líderes del culto juntos con esos participantes que llevan la Biblia y una cruz sencilla entra. (La cruz puede ser hecha de la madera local y salta juntos como un símbolo de la unidad inspirada por el texto de Ezequiel).

L: Que la gracia y la paz de Dios nuestro Padre y de nuestro Señor Jesucristo y el Espíritu Santo estén siempre con vosotros.
A: Y con tu espíritu.
L: Vengan cerca a Dios. Acerquémonos a Dios, que es misericordia con nosotros, y que es la fuente de la esperanza que anhelamos.

Himno/Canto

Palabras de bienvenida
El líder del culto o el pastor de la congregación de anfitrión dan la bienvenida la asamblea e introducen brevemente la 2009 celebración, lo colocando dentro de la armazón del tema escogido.

Rito penitencial
L: La liturgia de este año es propuesta por cristianos de Corea, pueblo dividido en dos países. Vamos a escuchar al profeta Ezequiel que nos cuenta su visión de Dios uniéndo los dos trozos de madera. Los cristianos de comunidades divididas, nos reunimos para rezar con el fin de que nos sea perdonado el escándalo de nuestra desunión y nuestra incapacidad por ser unos embajadores de reconciliación en el mundo. )Qué caminos de conversión personal y eclesial debemos recorrer para alcanzar la comunión plena en Cristo?

(Silencio)

L: Desde las profundidades clamo a tí, Señor. Señor, escucha mi voz.
A: Señor, clamamos a Tí peroa menudo te llamamos con muchas voces.
L: Que tus oídos estén atentos a la voz de mi súplica.
A: Imploramos la unidad pero no valoramos el precio de la reconciliación.
L: Si llevaras la cuenta de nuestros delitos, Señor, )quién sobreviviría?
A: )Quién sobreviría? Venimos a Tí con nuestro fracaso para responder a los sufrimientos y a las divisiones del mundo.
L: Pero en ti, Señor, procede el perdón que debemos reverenciar.
A: Kyrie eleison, Christe eleison, Kyrie eleison.
L: Mi alma espera en el Señor, y yo ansío su palabra.
A: Mi alma aguarda al Señor, más que el centinela la aurora.
L: Ezequiel recita esta palabra del Señor: les libraré de todos sus pecados, y les purificaré de ellos. Entonces serán mi pueblo y yo seré su Dios. Serán uno en mi mano. Señor, tu eres nuestra única esperanza.
A: Ayúdanos a ser instrumentos de tu reconciliación.
L: Señor nuestro Dios, perdona nuestros pecados ten misericordia de nosotros y permítenos ser reconciliados para regresar a ti y a tu voluntad. Permite que la fuente inagotable de tu gracia y bendición quede con nosotros mientras buscamos la unidad que sólo tú puedes darnos. Que todas nuestras iglesia se comprometan a sí mismas, una vez mas, para orar por la unidad completa de todos los cristianos. Te lo pedimos por medio de Jesucristo nurstro Señor, que vive y reina con el Padre y el Espíritu Santo, un Dios, por los siglos de los siglos.
A: Amén.

Proclamación de la Palabra de Dios

Lector: Ezequiel 37:15-19;22-24a

Salmo 31: 1-15 El salmo puede ser cantado.

En ti, Yahvé, me cobijo,(nunca quede defraudado!
(Líbrame conforme a tu justicia, tiende a mí tu oído, date prisa!

Sé mi roca de refugio, alcázar donde me salve;
pues tú eres mi peña y mi alcázar, por tu nombre me guías y diriges.

Sácame de la red que me han tendido, pues tú eres mi refugio;
en tus manos abandono mi vida y me libras, Yahvé, Dios fiel.

Detestas a los que veneran idolos, pero yo confío en Yahvé.
Me alegraré y celebraré tu amor, pues te has fijado en mi aflicción,
conoces las anguistias que me ahogan; no me entregas en manos del enemigo,
has puesto mis pies en campo abierto. Ten piedad de mí, Yahvé, que estoy en apuros.

La pena debilita mis ojos, mi garganta y mis entrañas;
mi vida se consume en aflicción, y en suspiros mis años;
sucumbe mi vigor a la miseria, mis huesos pierden fuerza.

De todos mis opresores me he convertido en la burla;
asco doy a mis vecinos, espanto a mis familiares.

Los que me ven por la calle se apartan lejos de mí;
me olvidan igual que a un muerto, como objeto de desecho.

Escucho las calumnias de la turba, terror alrededor,
a una conjuran contra mí, tratando de quitarme la vida.

Pero yo en ti confío, Yahvé, me digo: “Tú eres mi Dios.”

Lector: Romanos 8:18-25

Aleluya cantado

L: Evangelio: Juan 17:8-11

El Sermón
El sermón es predicado por el líder de una de las iglesias invitadas.

Intercesiones
L: Con fe, oremos a Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
A: Señor, escucha nuestra oración.
Lector 1: Oremos por nuestras comunidades cristianas locales, nuestras Iglesias y nuestros grupos ecuménicos, por los que están presentes y los que hoy están ausentes de nuestra asamblea.
Señor, perdónanos cuando somos indiferentes a los demás y cúranos las heridas y las divisiones que todavía nos separan.
Lector 2: Oremos por una apreciacion mas profunda de nuestro bautismo común que nos une
al cuerpo de Cristo. Señor, apoya a cada uno de nosotros y cada una de nuestras comunidades en el camino de la unidad que deseas para todos tus discípulos.
A: Señor, escucha nuestra oración.
Lector 1: Oremos por nuestros guías espirituales y por los responsables de nuestra Iglesia; que el Espíritu los ilumine y les conceda la gracia para trabajar en armonia alegría, y amor.
Lector 2: Oremos por todas las autoridades civiles. Señor, recuérdales trabajar por la justicia y la paz y dales la sabiduría para atender las necesidades de todos, particularmente de los más despojados.
A: Señor, escucha nuestra oración.
Lector 1: Oremos por todas las naciones y las comunidades que conocen divisions profundas y conflictos internos. Señor, recordamos en una manera especial a la gente de Corea del Norte y Corea del Sur, que en su búsqueda por la unidad, a pesar de las divisiones políticas y la separación que viven, sea fecunda y que sean signo de esperanza para todos los que buscan la reconciliación en un mundo dividido.
Lector 2: Oremos y demos gracias por los que, inspirados por ti, Señor, desempeñaron un papel importante en nuestra vida de cristianos, y por todos los que hemos reconocido tu perdón, tu compasión y tu amor. Que sus dones y su generosidad inspiren nuestro propio deseo de dar y de poner nuestra vida al servicio de los demás.
A: Señor, escucha nuestra oración.
Lector 1: Oremos por todos los que unsan la luz del Evangelio para iluminar los grandes desafíos éticos de nuestri tiempos. Señor, haz que cada uno de nosotros aprenda a ejercer su propio papel para limitar los efectos nefastos de la globalización y la destrucción del medio ambiente que son fuente de sufrimientos para la humanidad y que ponen en peligro tu creación.
Lector 2: Oremos por todas las Iglesias cristianas. Señor, ayúdalas a fin de que un día todas ellas puedan reunirse alrededor de la misma mesa y participar juntos en la comunión santa.
A: Señor, escucha nuestra oración.

Padre Nuestro
L: Cada uno en su propia lengua y como nos ha mandado el Salvador, nos atrevemos a decir:
A: Padre NuestroY

El signo de la paz
L: Como signo de nuestro empeño en buscar la reconciliación, intercambiemos ahora un signo de paz.

Himno/Canto El signo de la paz es acompañado por un canto.

Gesto simbólico
(La cruz es traída al centro del espacio del culto como un signo de nuestra conciliación que es la iniciativa y el trabajo de Dios, que tiene nosotros unimos en la mano. Durante la profesión de los apóstoles Credo la cruz liga simbólicamente las iglesias con el uno al otro como un recordatorio de cómo Dios y Cristo, ya nos tienen “unido en la mano de Dios”.)

Credo de los Apóstoles
L: Juntos profesemos nuestra fe con el Credo del Apóstol.
A: Creo en Dios, Padre todo poderoso, Creador del cielo y de la tierra, Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos, y está sentado a la diestra de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la communion de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida perdurable.
Amén.

Oraciones finales y envío

Lector: (Preferentemente un joven) AEstoy seguro de que ni muerte ni vida, ni ángeles ni otras fuerzas sobrenaturales, ni lo presente ni lo futuro, ni poderes de cualquier clase, ni lo de arriba ni lo de abajo, ni cualquier otra criatura podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro@ (Romanos 8:38).

L: Vamos a dejar este lugar de oración y encontrar las diversas circunstancias de nuestra vida. Nos dispersamos fuertes en nuestra fe y en nuestra esperanza, porque Dios nuestro Padre hizo en Jesucristo nuevas todas las cosas. Nos envía como testigos de su amor y actores de la nueva creación. Que Dios, que conoce nuestras alegrías, nuestras angustias y nuestros sufrimientos, nos guíe siempre. Que tengamos coraje para permanecer fieles y llevar una vida digna de nuestra fe cristiana.
A: Señor, quédate con nosotros.

Himno Durante el cantar de este himno, la cruz es tomada a un lugar de la reverencia.

Bendición final
L: Cristianos de esta asamblea, hermanos y hermanas en la fe, nosotros que deseamos ser un signo de reconciliación por la fuerza de la cruz:
Que el Señor nos bendiga y nos guarde.
Que el rostro del Señor resplandezca sobre nosotros y nos conceda su gracia.
Que el Señor vuelva su mirada a todos nosotros y nos conceda la paz.
A: Amén

postludio

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